sábado, 23 de abril de 2011

VIVALDI



Antonio Lucio Vivaldi (Venecia, 4 de marzo de 1678 - Viena, 28 de julio de 1741), más conocido como Antonio Vivaldi, fue un compositor y músico del Barroco tardío.

Se trata de una de las figuras más relevantes de la historia de la música. Su maestría se refleja en haber cimentado el género del concierto, el más importante de su época.

Era apodado il prete rosso ("el cura rojo") por ser sacerdote (católico) y pelirrojo. Compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 conciertos y 46 óperas.

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BIOGRAFÍA

Vivaldi nació el 4 de Marzo de 1678, el mismo día en que un fuerte temblor estremeció la ciudad de Venecia. Sus padres fueron Giovanni Battista Vivaldi y Camilla Calicchio. Era el primogénito de la pareja, que luego tuvo cinco hijos más.

Su padre, de clase media, era de profesión peluquero, pero actuaba como violinista en la iglesia de San Marcos, gozando de gran prestigio por su habilidad como solista, tanto que, cuando su hijo Antonio cumplió siete años, dejó la peluquería para dedicarse por entero al violín. También fue el primer maestro de Antonio, y pudo apreciar bien pronto sus grandes y continuos progresos. Ya a los 13 años, el hijo podía reemplazar al padre en la orquesta de San Marcos cuando éste tenía que faltar para tocar en algún concierto.

Las ocupaciones del joven Antonio en la Iglesia de San Marcos, como violinista, le dieron oportunidades para relacionarse con distintas autoridades religiosas, naciendo en él la vocación hacia el sacerdocio.

La tarea que desarrolló el cura Vivaldi en el orfelinato la Pietá fue realmente maravillosa.
Vivaldi no vivió siempre en Venecia. Su actividad en La Pietá fue dejada y retomada por lo menos tres veces. Viajó a Mantua, donde vivió durante el periodo comprendido entre los años 1719 y 1722, ocupando el cargo de Director Musical de la Corte; luego estuvo en Roma para presentar alguna de sus óperas y tocar como solista de violín en presencia del Papa.

Vivaldi comenzó a vender sus composiciones cuando dejó su posición en la Pietá, decidiendo además trasladarse a Austria. En ese país contaba con los favores del Emperador Carlos VI, y sus esperanzas de continuar su obra eran grandes. Sin embargo, en el mes de octubre de 1740, falleció el Emperador, y Vivaldi se quedó sin ayuda alguna. Estaba solo, enfermo, muy desilusionado y casi sin dinero; no tenía voluntad ni fuerza para intentar un viaje en otras ciudades, donde contaba con amigos. Su enfermedad y su estado anímico lo vencieron, falleciendo en Viena, el 28 de julio de 1741, huésped en un hospital de pobres. Fue sepultado en el cementerio del mismo hospital, hoy desaparecido.

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